(Santiago 1:5).
– ¿Maestro, cómo puedo ser un sabio de verdad, pues me considero muy burro?
– Pues aunque no lo creas, al decir que te consideras un burro ya eres un candidato para ser sabio. Sí, no saber algo no es tan malo como parece, pues es el primer paso para aprender algo nuevo.
El problema es cuando no sé que no sé, es decir, cuando no soy consciente de que me hace falta ese conocimiento.
Cosa diferente le sucedía al filósofo griego Sócrates, quien decía “sólo sé que nada sé”, es decir, que entre más aprendía, más se daba cuenta de lo ignorante que era y de todo lo que le faltaba por aprender.
Si realmente quieres aprender en la vida y crecer en sabiduría el primer paso es admitir que no sabes algo, y eso no debe ser complicado, sino sencillo.
Por ejemplo, tú debes ser consciente de que no sabes manejar un avión, o reparar su motor.
Así es que, si ya te diste cuenta de que no sabes millones de cosas en la vida, pues empezaste bien, porque cuando una persona no reflexiona en lo burra que es, burra seguirá siendo toda la vida. Saber que no sabes algo, es ya un gran avance.
– Sí, ya sé que soy un ignorante, pero, ¿cómo hago para ser un sabio?
– Tener la humildad del sabio y la actitud del sabio. Verás, una persona orgullosa jamás puede aprender, porque le molesta admitir su ignorancia, se avergüenza de ella, en cambio el sabio tiene la mente curiosa de un niño, no le da pena admitir su ignorancia y pregunta, investiga, se informa.
¿No te has fijado en todo el tiempo que una persona perdida se demora en encontrar una dirección simplemente porque le molesta admitir que no sabe cómo llegar y le da rabia tener que preguntar?
Entonces, en primer lugar, hay que vencer el orgullo y ser humildes si queremos ser sabios.
En segundo lugar, debes tener la actitud del sabio, y esta es la capacidad de hacerte preguntas, de ser curioso, de querer saber el por qué de algo.
Si a ti no te importa el por qué los objetos caen, jamás aprenderás qué es la ley de la gravedad.
Eres sabio no cuando acumulas cierta cantidad de información, sino cuando tienes hambre de aprender y comes sin llegar a saciarte.
Dios te dice que si quieres sabiduría se la pidas, que es gratis y abundante. Porque negarse a aprender es peor que la ignorancia.
¿Quieres ser sabio? Selo.
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Tomado de:
«Devocionales en Pijama”
de Donizetti Barrios
Derechos reservados de autor.