(Deuteronomio 18:10-12; Isaías 8:19-20).
La figura de la bruja flaca, encorvada, con nariz larga, ganchuda y con una verruga en la punta, además de vestirse de negro, con sombrero en forma de cono, con voz aguda, risa macabra y que se transporta en una escoba, ha muerto. Esa bruja pasó de moda.
Ahora la televisión y el cine han fabricado brujas para todas las edades y gustos, comenzando por la simpática Samanta de la serie “Hechizada” que hacía su magia con sólo mover la nariz. Aunque esa Samanta fue para los abuelos. Luego vino Sabrina, una bruja adolescente y escolar, aunque esa Sabrina fue para los papás.
La que ahora se ha hecho muy popular es la bruja adolescente de la serie de televisión “Los Hechiceros de Waverly Place”, de Walt Disney, la cual es personificada por Selena Gómez. Selena es una jovencita actriz y cantante que es aplaudida por todos los chicos y de la cual se ponen fotos en las habitaciones y en los perfiles de las diferentes redes sociales de internet.
Y en cuanto a la pantalla grande por ella ya han desfilado brujos y brujas tales como “El Mago de Oz”, “Las brujas de Eastwick”, “La niñera mágica”, “Nicky, la aprendiz de bruja”, y las recientes producciones costosísimas de “Harry Potter”, que no sólo han dado millones y millones de dólares en el cine, sino en la literatura, donde nació. Claro que las anteriores brujas y brujos son de la industria del entretenimiento y casi que inocentes, aunque lenta, sutil y efectivamente van moldeando la mentalidad y la actitud ante el ocultismo, haciéndolo ver como algo inofensivo y hasta divertido.
En el mundo real, ya no en la fantasía, sino en la vida real, los brujos aparecen muy elegantes y atractivos en los mejores programas de radio y televisión vaticinando qué figuras se casaran o divorciarán y qué pasará con la economía, la política y los deportes.
Y justifican todas sus tesis con argumentos seudocientíficos explicando cómo se han alineado los astros, qué dicen el calendario lunar chino y el maya y cómo leer los caracoles, el tabaco y el chocolate.
Otros brujos menos glamurosos son los que se anuncian en periódicos y radios prometiendo traerte al ser amado en 24 horas, prosperar tu negocio y neutralizar los hechizos y conjuros que otros te hicieron.
A todas estas, mucha gente desconoce que Dios ha dicho en la Biblia, clara y repetidamente, que nunca consultemos ni a hechiceros, ni a adivinos, ni a agoreros, ni a espiritistas, ni a psíquicos, ni a los astros, ni a los horóscopos. Aunque tengan apariencia religiosa o de piedad. Y que nunca pasemos ni hagamos pasar a nuestros hijos por ritos ocultistas.
La invitación de nuestro Dios de amor es a que abandonemos todo lo mágico y vayamos ante Él con nuestros asuntos, pues nos estará esperando con sus brazos abiertos y llenos de amor.
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Tomado de:
«Devocionales en Pijama”
de Donizetti Barrios
Derechos reservados de autor.